
Periodismo político contestatario
Desde el momento que
se disolvió la confederación Perú-Boliviana, el periodismo contestatario empezó
a mostrar una evolución en cuanto a sus
características suscitadas durante este anterior periodo.
Entre 1860 y 1895 empezaron a aparecer en Lima, varias publicaciones asociadas con ideologías partidarias políticas, la mayoría se destinó a ser voceros de ciertos personajes políticos, con el solo propósito de favorecerlos y engrandecerlos ante la sociedad. Todo esto suscitó una disconformidad y confusión en el pueblo.
Entre 1860 y 1895 empezaron a aparecer en Lima, varias publicaciones asociadas con ideologías partidarias políticas, la mayoría se destinó a ser voceros de ciertos personajes políticos, con el solo propósito de favorecerlos y engrandecerlos ante la sociedad. Todo esto suscitó una disconformidad y confusión en el pueblo.
Las
publicaciones que se hacían en aquella época solían ser de interés público sumamente
interesante ya que Lima en aquella época era muy pequeña y todo se llegaba a saber.
Las incidencias políticas
eran de mucho interés para la sociedad como los golpes de estado, la muerte de
un presidente, de un cura.
Su lenguaje fue muy
bien tratado, siendo muy culto. Sin embargo los informativos no escatimaban esfuerzos
en querer hundir a un diario que recién sacaba su primera publicación, logrando
así una guerra de dimes y diretes donde prevalecía el de mayor poder
e influencia política.
Manuel Ascencio Segura
fue uno de los personajes que enfrentó a la clase social criolla que atacaba a
la clase media en cada publicación, Ascencio los enfrentó por medio de la
sátira, la ironía y la poesía; no dando mucho énfasis ni interés en el periodismo contestatario.
La utilidad que tuvo
en aquella época el periodismo
contestatario fue el de defender las ideologías políticas entre grupos
informativos, el de pintar exageradamente las cualidades de algún grupo político.
Lo único que puede contribuir el periodismo contestatario
es que las empresas periodísticas gozan de libertad de expresión, sin embargo lo
utilizan para defender intereses políticos
o atacarse entre ellos mismos.
El periodismo contestatario se puede ver
claramente en las elecciones municipales o
generales que se llevan a cabo,
ya que es ahí donde tan claramente los grupos periodísticos dan a conocer su preferencia por algún grupo político.
En la última década se
pudo apreciar en el Perú como las empresas periodísticas se atacaban y bombardeaban a la sociedad con
ideas a favor de ciertos políticos, como es el caso de Alberto Fujimori, Alan García,
keiko Fujimori,Alejandro Toledo y Ollanta Humala.
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